Todo empezó con un invento.
El fundador de Piab, Sven Tell y su amor por la fórmula matemática del número pi le llevó a desarrollar un exclusivo compás de dibujo. Este hecho llevó a que la empresa se llamase “Pi” y “AB”, que son las siglas en sueco de “sociedad anónima”. Eso ocurría en 1951, y a lo largo de estas décadas, Piab no ha parado de desarrollar nuevas invenciones.
En 1968, el hijo de Sven, Peter Tell fundó la división de vacío de Piab, que representó los cimientos de la empresa que es hoy en día. Peter inventó el primer producto de vacío, la pistola PmS. El primer eyector de vacío multietapa de Piab sentó las bases de una amplia oferta de productos de vacío que le siguieron en la década de los 70. Con esta nueva tecnología, Piab empezó a expandirse en otros mercados además del sueco, convirtiéndose en una empresa global con filiales y distribuidores por todo el mundo.
Su catálogo de productos siguió ampliándose en las décadas siguientes con otros productos como las bombas de vacío, las ventosas y los transportadores por vacío. Posteriormente se produjeron varias adquisiciones que han contribuido a ampliar todavía más la oferta de productos. En la actualidad, Piab ofrece soluciones de manipulación ergonómicas y garras para robots que complementan las tradicionales soluciones de transporte y automatización por vacío de la empresa.
Piab ha registrado más de 65 patentes a lo largo de estos años, y el ritmo de innovación no cede de acuerdo con la creciente demanda de soluciones automatizadas. Piab se ha convertido en líder del sector, y por esa razón la investigación y el desarrollo son más importantes que nunca. Seguiremos ofreciendo a nuestros clientes nuevas soluciones progresivas de agarre, elevación y movimiento que les ayuden a evolucionar.
Peter Tell y su familia vendieron la empresa en 2006 y Piab es hoy en día 100 % propiedad de Patricia Industries, parte de Investor AB. Aunque la empresa aún conserva un aire familiar. De hecho, ese toque de empresa familiar unido al espíritu innovador y emprendedor siguen latiendo en el corazón de la empresa. Piab siempre seguirá su propio compás interno.
